La exposición Universal de Barcelona de 1888

La exposición universal de 1888, se llevó a cabo en el marco de la Restauración, durante la regencia de la reina María Luisa, viuda de Alfonso XII. La burguesía barcelonesa respaldó el regreso de la monarquía borbónica porque le ofrecía garantías de autoridad y estabilidad después de un largo período de conflictos y revoluciones. Una vez enterrado el antiguo régimen y consolidado el poder de la clase burguesa, era necesario el restablecimiento de una cierta tranquilidad política y social para afianzar el proceso industrial y el desarrollo económico.

cartel oficial

Una monarquía constitucional parecía ser la solución ideal. La exposición universal vino a certificar las buenas relaciones entre las clases dirigentes de la ciudad y el poder central, que vivieron  una particular luna de miel.

La celebración de exposiciones universales  en la segunda mitad del siglo XIX respondía al afán de novedades que sentía la sociedad occidental ante el rápido avance de los descubrimientos científicos y sus aplicaciones tecnológicas. La primera tuvo lugar en Londres en 1851 y le siguieron París, Viena, Filadelfia, Amberes entre otras.

La iniciativa de organizar una exposición universal en Barcelona partió de un particular Eugenio Serrano, pero la empresa de serrano fracasó por falta de medios económicos, entonces asumió el proyecto el alcalde de la ciudad Francesc de Paula Rius i Taulet.

 

El 20 de mayo de 1888 a las cuatro de la tarde, y entre las salvas desde el castillo de Montjuïc y por la numerosa escuadra que llenaba el puerto, se inauguró oficialmente la Exposición Universal de Barcelona con la presencia entre otros del rey Alfonso XIII que tenia dos años, la reina regente María Cristina y el presidente del consejo de ministros Práxedes Sagasta.

inauguracion expo 1888                     Inauguración de la Exposición Universal de 1888

Finalmente dieron su fruto los esfuerzos del llamado Comité de los ocho, integrado por Rius i Taulet, Elías Rogent, Lluis Rouvière, Manuel Girona, Manuel Duran i Bas, Josep Ferrer i Vidal, Claudi López Bru, marqués de comillas, y Carlos Pirozzini, verdaderos artífices del evento.

La exposición estuvo abierta desde el 8 de abril al 9 de diciembre y recibió unos 400.000 visitantes.

El recinto de la exposición se extendía sobre 380.000 m2, abarcando la superficie del actual parque de la Ciudadela, el Zoológico, parte de la estación de Francia y del hospital del Mar en la Barceloneta.

PLA EXPO 888 mini_completo                                                           Plano General Exposición

Una cuarta parte de este recinto estaba ocupada por los edificios algunos pertenecientes al trazado del parque y otros levantados expresamente por los arquitectos más importantes del momento.

El más importante de estos edificios era el llamado Palacio de la Industria, que ocupaba unos 70.000 m2, tenía forma de abanico y estaba dividido en trece naves dedicadas a la sala de la exposición.

La remodelación del parque de la Ciudadela fue llevada a cabo por Josep Fontsere en 1872, inspirándose en  jardines europeos como el Regent’s Park de Londres o las Tullerías de París. Junto con la zona verde proyectó una plaza central y un paseo de circunvalación, así como una fuente monumental y diversos elementos ornamentales, dos lagos y una zona de bosque.

Fontsere, colaboró con el entonces estudiante de arquitectura  Antoni Gaudí para el proyecto de la Cascada Monumental, que destaca por su obra escultórica, en la que intervinieron varios de los mejores escultores del momento: destaca el grupo de La Cuadriga de la Aurora, de Rossend Nobas, así como El nacimiento de Venus, de Venanci Vallmitjana. Asimismo, Rafael Atché realizó los cuatro grifos que expulsan agua por la boca, en la parte inferior del monumento.

palau industria                                                             Palacio de la Industria

En el siglo XIX Barcelona dejó de ser considerada plaza fuerte y, tras la Revolución de 1868, se procedió a su demolición, de la que sólo quedaron la capilla (actual Parroquia Castrense), el palacio del gobernador (actual Instituto de secundaria  Verdaguer) y el arsenal (actual sede del Parlamento de Cataluña).

La Ciudadela ya era un parque cuando el alcalde de Barcelona, Rius i Taulet, decidió convertirla en recinto de la Exposición.

La mayoría de lo edificios de la exposición desaparecieron, y sólo quedan en pié el Arco del Triunfo, que venía a ser la entrada del recinto, el llamado popularmente Castillo de los tres  dragones, que fue el café-restaurante de la exposición y hasta poco era el Museo de Zoología de Barcelona; y una parte de la llamada galería de las máquinas, ocupada en la actualidad por los servicios del Zoo.

castell3dragons                                                         Castillo de los tres  dragones

La entrada a la Exposición se efectuaba a través del Arco de Triunfo diseñado por Josep Vilaseca. De inspiración neomudéjar, tiene una altura de 30 metros, y está decorado con una rica ornamentación escultórica realizada por diversos autores entre los que destacan Josep Reynés, Josep Llimona y Antoni Vilanova.

A continuación venía el Salón de San Juan (actual Paseo Lluís Companys), una larga avenida de 50 metros de ancho, donde destacaban las balaustradas de hierro forjado, los mosaicos del pavimento y unas grandes farolas, todo ello diseñado por Pere Falqués.

voreres trencadis salo de sant joan_1900-1966 destruides per Porcioles                                                     Paseo Sant Joan con Arco Triunfo

El primer edificio tras el acceso por el Arco de Triunfo era el Palacio de Bellas Artes, con una fachada formada por un pórtico con columnas y con cuatro torres con cúpulas, coronadas por una representación de la Fama, en las esquinas. Destinado a acoger grandes exposiciones artísticas colectivas y celebraciones diversas, como recepciones, conciertos, certámenes literarios y convenciones hasta su desaparición en 1942.Fue diseñado por el arquitecto August Font en un estilo más ecléctico y convencional que el resto de palacios de la exposición, y se levantó en el saló de Sant joan. En el Palacio de las bellas artes se celebró el acto inaugural de la exposición, con asistencia de la familia real.

El espacio principal del edificio era una gran sala central donde se realizaron los principales actos oficiales. En el lado opuesto se ubicaba el Palacio de Ciencias, obra de Pere Falqués, de estilo neoclásico, donde también se disponía una gran sala para celebrar congresos.

palau belles arts                                                           Palacio de las Bellas Artes

La vegetación constituyó uno de los elementos esenciales del Parque de la Ciudadela, y así para las especies vegetales que requerían un clima más cálido que el nuestro, se construyó el Hivernacle en 1884 obra que combina el hierro y el vidrio, del arquitecto Josep Amargós.

Por su parte para las especies que necesitaban estar protegidas del sol, Josep Fontseré diseño el Umbracle (1883).

El Monumento a Colón fue también realizado con motivo de la Exposición Universal de Barcelona de 1888. Se trata de de una obra en la que destaca una columna de hierro de unos 60 metros coronada por la estatua de Cristóbal Colon. Fue concebida por el arquitecto Gaieta Buïgues y la escultura la realizó Rafael Atché

200px-Monumentocolonobras1888                                                                       Monumento a Colón

En el Paseo de Colón se erigió el Gran Hotel Internacional, obra de Lluís Domenech i Montaner. Fue construido en un tiempo récord de 69 días y fue concebido como instalación temporal para alojar a 2000 visitantes de la exposición y fue derruido tras la finalización de la Exposición.

800px-Hotel_Internacional                                                           Gran Hotel Internacional

La iluminación eléctrica se convirtió en una de las principales manifestaciones de modernidad y cosmopolitismo durante la celebración de la Exposición Universal. En el exterior del recinto ferial, la luz eléctrica iluminó algunas de las calles principales de la ciudad y en el interior del recinto se instalaron fuentes luminosas, convirtiéndose la Fuente Mágica en una de las principales atracciones de la exposición.

 

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