El Fossar de les Moreres es una plaza de la ciudad de Barcelona, construida sobre la fosa común perteneciente a la adyacente basílica de Santa María del Mar.
Este lugar simboliza los caídos durante el asedio de Barcelona de 1714, en el marco de la Guerra de Sucesión Española. El motivo de que en este sitio se recuerde los defensores caídos de la ciudad de Barcelona es que durante el sitio del 11 de septiembre de 1714, muchos de los defensores muertos en combate fueron enterrados precisamente en este sitio.
Los orígenes del Fossar de les Moreres datan del siglo XII, cuando el párroco de la iglesia de Santa María del Mar, necesitado de un lugar cercano a su parroquia para enterrar a sus fieles, solicitó al potentado y burgués Bernat Marcús la donación de un terreno adyacente a la iglesia, que era de su propiedad. Marcús, después de meditarlo largamente, le cedió el solar, pero con la condición de que en el plazo máximo de quince días se debía haber enterrado en su solar algún feligrés de Santa María, ya que consideraba que si transcurrido dicho plazo el terreno no se había utilizado, no era tan necesario como el párroco pretendía. Transcurrido el plazo otorgado por Marcús sin que se produjera ningún fallecimiento, Marcús se dirigió a la iglesia para anular la donación realizada. Cuando llegó bajo las moreras que adornaban la plaza, un fulminante ataque al corazón acabó con su vida, siendo el propio donante quien inauguró el cementerio.
En la actualidad en la plaza del fossar de les moreres que se han construido diferentes casas a su alrededor, se encuentra una llama eterna inagurada en el año 2001,que arde contantemente en recuerdo de los mártires de 1714, y un poema de Frederic Soler,Pitarra en homenaje a los muertos.Este poema traducido en inglés y en francés y que está grabado sobre el monumento que acoge la llama dice lo siguiente:
» En la fosa de las Moreras
no se entierra ningún traidor,
hasta perdiendo nuestras banderas
será la urna del honor «
El antiguo cementerio fue empedrado con piedras rojas para simbolizar la sangre derramada por los defensores de la ciudad de Barcelona.