En el Barrio del Besós Maresme, en el distrito de San Martí, zona dónde se construyó el recinto del Fórum de las Culturas, celebrado en 2004, había sido anteriormente un espacio conocido como el Campo de la Bota, que englobaba cuatro barriadas chabolistas : la de Pekín Nuevo, la de Pekín Antiguo, la Catalana y el Parapeto, ya en Sant Adrià de Besós. Precisamente en este último lugar durante la Guerra Civil y sobre todo durante la dictadura franquista fue el escenario de ejecuciones. Un total de 1734 personas fueron fusiladas . Un espacio alejado del núcleo urbano para evitar que los curiosos pudieran presenciar los fusilamientos.

Los orígenes del campo de la bota se trasladan al año 1800,en el contexto de la guerra del francés, en la cual las tropas francesas instalan en este lugar un campo de tiro. El nombre de la bota parece ser la traducción de butte (en francés colina sobre el mar) y de ahí el nombre fue degenerando hasta el campo de la bota.

En 1854 Juan Zapatero Navas fue nombrado gobernador militar de Cataluña para reprimir los movimientos obreros y cuatro años más tarde ordenó construir un castillo en el campo de la Bota. Este castillo se conoció como el castillo de las cuatro torres por la forma que tenía y sirvió que la escuela de artillería hiciera prácticas de tiro.

A partir de 1925 esta zona de la ciudad se fue transformando en uno de los numerosos núcleos de barracas de Barcelona donde se instalaron inmigrantes que llegaban a la ciudad con la esperanza de encontrar trabajo y una vida mejor.

Durante la Guerra Civil española (1936-1939), el Campo de la Bota fue el lugar escogido por el gobierno de la República para fusilar allí a 44 militares que habían apoyado el golpe de estado del 1936. Una vez terminada la guerra, el Campo de la Bota se convirtió en un lugar de represión franquista. Las nuevas autoridades utilizaron estos terrenos para llevar a cabo los numerosos fusilamientos de quienes eran sometidos a un consejo de guerra y sentenciados a muerte por rebelión militar, básicamente miembros de partidos políticos, de sindicatos y de organizaciones que habían dado apoyo a la República.  La mayor parte de los fusilamientos se llevaron a cabo entre los años 1939 y 1940.

Los condenados a muerte conocían el que sería su trágico destino pocas horas antes de morir y eran trasladados en camión desde los diversos centros de detención al Campo de la Bota. Una vez fusilados, eran llevados al cementerio de Montjuïc y enterrados en la fosa común del Fossar de la Pedrera. Antes, un médico del ejército certificaba la muerte con un documento donde normalmente ponía que la causa había sido una hemorragia interna, sin dar más detalles de qué la había causado. Con la celebración del Congreso Eucarístico Internacional en 1952 en Barcelona se puso fin a esta práctica en el Campo de la Bota, en un intento satisfacer al Vaticano y a la vez de blanquear la imagen del régimen.

En 1992 se inauguró el monumento «Fraternitat, obra de Miquel Navarro, en homenaje a las personas asesinadas en este lugar. Al pie dela escultura hay una placa que en un primer momento estuvo dedicada a las víctimas de la Guerra Civil, y posteriormente en 2004 la inscripción fue cambiada por otra dedicada a los fusilados entre los años 1936 y 1952, es decir, a las víctimas de la guerra civil y de la dictadura.

En el año 2013 se instaló otra pequeña placa en memoria de los vecinos de Barcelona que durante años habitaron en chabolas en esta zona de la ciudad. En el año 2019, cerca de donde estaba el parapeto de fusilamiento, se inauguró un espacio memorial con los nombres de todas las personas fusiladas en el Camp de la Bota.

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