La fuente de Sant Just que es la primera fuente pública importante de la ciudad y la más antigua de la ciudad de Barcelona es de construcción gótica, transfigurándose en 1831, durante la época neoclásica.
En la zona principal de la fuente, hay tres surtidores insertados en máscaras de piedra de Montjuïc y una pica del mismo material.
En el frontal hay una imagen de Sant Just sosteniendo con una mano la palma del mártir. También tiene dos escudos, el del rey y el de la ciudad y, entre éstos, el relieve de un halcón atrapando una perdiz.
La fuente daba al cementerio parroquial que estaba en la plaza. En el año 1831, prohibido este tipo de necrópolis dentro de la ciudad, la fuente fue restaurada y se añadió la balaustrada de tierra cocida que tiene encima. Es de un austero estilo romántico, y una série de plantas que cuelgan contribuyen a dar encanto al lugar, donde era costumbre, en tiempos pasados, hacer funciones teatrales.
El año 2003 volvió a ser restaurada.